- Sativa predominante.
- Efecto psicoactivo.
- Sabor a maderas.
- Planta vigorosa.
- Cogollos alargados.
- Producción 450 gr/m².
- Cosecha en 10 semanas.
La fuerza del famoso Jack Herer se suma a la potencia y aromas de la New York City Diesel. Así, de la sinergia producida a partir de unos parentales con el mejor "pedigrí", nace este potente híbrido final que todo cultivador incluye en su menú, desde el principiante al "connoisseur". Híbrido sativo muy productivo. Plantas fuertes y vigorosas, con un fuerte crecimiento vegetativo de tipo índico, con distancias internodales cortas y grueso cogollo central, que se va transformando en sativo durante la floración, alargando sus ramas laterales y añadiendo al final un mar de "satélites", duros cogollos cristalizados, alrededor del mayúsculo cogollo central. Planta muy voraz, mejor no alargar el periodo vegetativo en interior, con baja sensibilidad a los hongos. Olor fuerte en floración, se hace necesario el uso de filtros anti olor o/y ozonizadores.
EFECTO: Potente sensación psicoactiva, buscada por los amantes de variedades Sativas. Produce una impresión que al principio parece sedante, nada más lejos de la realidad, ya que rápidamente se va transformando en pura energía a medida que vamos consumiendo más cantidad.
SABOR: Sabe más y mejor de lo que huele. Sabor a maderas nobles propio de Jack Herer y el tan demandado a mandarina por parte del genotipo Diesel.
AROMA: Penetrante y difícil de olvidar. De la combinación de dos de las plantas más aromáticas surge una compleja esencia, que abarca tonos de maderas nobles, sándalo, cedro y eucalipto, con reminiscencias florales y frutales, destacando el olor a mandarina típico de variedades Diesel.